lunes, 22 de diciembre de 2014

Antonio López Pozuelo nos cuenta su experiencia trabajando en un crucero

Nuestro compañero Antonio López ha visitado 15 países a bordo de un crucero trabajando como fitness Instructor

NOMBRE  Antonio López Pozuelo
EDAD      27

TITULACIÓN Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte

LOCALIDAD DE NACIMIENTO Y DE RESIDENCIA  
Pozoblanco


Nuestro compañero Antonio López Pozuelo ha vuelto de sus viajes por los mares.

Después de un gran esfuerzo, entrevistas y mucho estudiar inglés, consiguió un trabajo por espacio de 6 meses y medio como Instructor de Fitness en una empresa que gestiona el gimnasio y spa de diferentes compañías de cruceros por todo el mundo.

-¿Qué hiciste para poder entrar en la selección de las entrevistas?
Pues por increíble que parezca, contactaron conmigo tras presentar mi candidatura en una de las ofertas abiertas en el portal de Infojobs. Cuando leí el email que me daba la posibilidad de asistir a la entrevista tuve que mirar bien mi cuenta de Infojobs para recordar cual era exactamente la oferta ya que había presentado mi solicitud en más 100.
-Cuando te dijeron que estabas seleccionado para trabajar en un crucero y que estarías 6 meses viviendo en el mar, ¿Qué fue lo primero que pensaste?
El proceso fue largo, ya que no se trataba de pasar la entrevista y directamente comenzar a trabajar. Todos los que pasamos la entrevista (se celebró en Marbella) fuimos informados que ahora debíamos ir a Londres para formarnos en el que sería nuestro trabajo a bordo. Fueron meses de papeleos y de estudio de documentación que, siempre en inglés, me iban enviando. El problema inicial fue la desconfianza, porque, aunque no te pedían dinero para comenzar, si requería una inversión previa que tras los casos de engaños y estafas conocidos para trabajar en el extranjero me hacían prestar una mayor atención a este aspecto.
Poco a poco la información se fue concretando y todo iba siendo más claro. Exigían el visado para ir a trabajar a Estados Unidos debido a que la empresa trabajaba en más de 160 cruceros en todo el mundo y era un trámite necesario en el caso de acabar trabajando para una compañía americana.
Finalmente viajé a Londres en Mayo, concretamente a Watford, donde se situaba la Academia de Formación y una vez allí había que pasar nuevas pruebas y exámenes y aprender toda la forma de trabajar de la empresa. Aun estando aquí durante 5 semanas no era seguro obtener el trabajo a bordo del crucero.
Respecto a qué fue lo que pensé, lo primero fue que podría cumplir un deseo que venía de lejos y que era simplemente hacer un crucero, pero esta vez podría ser a lo grande; viviendo y trabajando en un crucero viajando por todo el mundo.
-¿Cuál ha sido tu trabajo?

Mi trabajo a bordo del crucero Costa NeoRomantica ha sido el de Fitness Instructor, impartiendo clases colectivas de Yoga, Pilates, Spinning, BootCamp, Abdominales y Estiramientos, además de controlando el gimnasio del barco y llevando a cabo entrenamientos personales. Todo bajo la etiqueta del lujo, donde todo tenía que ser perfecto y donde no se aceptaban quejas respecto al servicio y al trato con los pasajeros.
Por otro lado estaba la parte comercial, ya que también era encargado de impartir charlas y realizar consultas personalizadas sobre salud, nutrición y análisis postural cuyo objetivo no era otro que vender una serie de productos para la mejora de la salud.
-¿Qué ha sido lo peor de estar tanto tiempo viviendo en un barco y continuamente viajando?
Lo peor fue la estancia en Watford ya que la presión era diaria y continua con reglas muy muy estrictas que no llegué a entender hasta que estuve a bordo.
Sobre estar continuamente viajando no ha habido nada malo, es más, era una de mis partes favoritas, pero sobre la vida a bordo el principal problema no es otro que la distancia y la incomunicación con tu pareja, familia y amigos, ya que el contacto está muy limitado. Como todo, al inicio se hace más complicado, hasta el momento en que te adaptas a una forma de vida en la que trabajas 12 horas, tienes 2 horas para comer y el resto son para descansar, o; si deseas perder unas horas de sueño, para disfrutar de la vida a bordo con los demás tripulantes.
En el trabajo el principal problema ha sido el estrés por alcanzar los objetivos económicos que exigía la empresa crucero a crucero.
-¿Y lo mejor?
Lo mejor para mí ha sido ver que con ganas de trabajar y con el suficiente respeto se puede llegar a conseguir lo que uno se propone a pesar de las dificultades, sobre todo con el idioma. Mis objetivos principales eran 2, mejorar mi inglés y viajar. Y puedo decir que se han superado con creces, ya que he visitado 15 países y no solo he mejorado mi inglés, sino que ahora puedo comunicarme también en francés y entenderme en italiano.
-¿Qué cosas de las que has aprendido son para ti más importante?
Para mí la mayoría de aspectos de esta experiencia son muy importantes, pero si tengo que destacar alguno sería uno difícil de definir, alejado de la parte profesional, ya que está relacionado con el aprendizaje cultural, las relaciones interpersonales con personas de todo el mundo. Saber entender y valorar otras formas de hacer las cosas, otros hábitos y costumbres sin “morir” en el intento es algo muy positivo que creo que hace crecer como persona a cualquiera.
Respecto al trabajo en sí, saber dar un servicio de excelencia en varios idiomas diferentes.
-¿Cómo ha sido tu relación con tus compañer@s?
Como podréis deducir de la pregunta anterior ha sido excelente, aunque como en cualquier trabajo siempre existen roces, pero una cosa positiva de la vida a bordo entre más de 600 tripulantes es que al día siguiente volvías a ver las mismas caras y si tenías algún problema no te quedaba otra que hablarlo y solucionarlo.
He hecho buenísimas amistades con personas de Europa, Asia y Sudamérica. De esas que no se olvidan debido a que hemos pasado cada día conviviendo de forma muy intensa, compartiendo las 24 horas del día.
-Si alguien tiene la oportunidad de tener un trabajo como este, ¿Qué consejo le darías?
Que no lo deje escapar, que comience respetando todas las cosas que desconoce y observando y escuchando para aprender lo más rápidamente posible. A partir de ahí que disfrute de cada día de este trabajo/aventura al máximo. Pero que no se acobarde por ser novato, que encontrará personas en la misma situación y otras que llevarán trabajando a bordo de un barco más de 15 años, pero ante eso lo único que se necesita es tiempo.
Antes de despedirme me gustaría dar las gracias a todas esas personas que han formado parte activa de esta experiencia desde que empezara a gestarse en febrero de 2014 hasta mi vuelta el pasado 3 de diciembre. Gracias!!!


Muchas gracias a Antonio Lopez por compartir su experiencia.

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