Si no me conocéis, mi nombre es Francesc Robert Ribes.
Lo mío es el ciclismo, los viajes y los negocios. Tampoco me importa admitir
que estoy a punto de entrar en la cuarentena porque me siento genial. No tengo
ninguna duda de que es gracias a mi capacidad de seguir aprendiendo cada día, a mi afán por superarme diariamente.
Nunca se tiene edad suficiente
para cursar un grado universitario. Seguro que hay personas que querían
estudiar, pero lo dejaron para más adelante, y ahora con más de 30 años se lo están planteando de nuevo. Mi
recomendación es clara: estáis a tiempo.
Si tienes tiempo o te interesa
iniciar una nueva etapa formativa, nadie te parará con la motivación suficiente. Eso sí, cuando elijas la carrera universitaria que quieres
cursar debes tener cuenta diversos factores: tu vocación, tus puntos fuertes,
las salidas profesionales o tu experiencia.
En esta ocasión, propongo una
serie de ventajas respecto a estudiar
después de los 30 años. Es una forma de motivarte. ¡Di sí a estudiar!
4 ventajas de estudiar
con más de 30 años
Más madurez
Es en la edad adulta cuando
tenemos más claro nuestros objetivos.
Los estímulos, retos, metas y exigencias son más estrictos cuando uno
supera cierta franja de edad. Las condiciones personales, como el nivel de
madurez, también juega a favor de las personas de más de 30 años. A los 18
años, es más difícil tener una profundidad emocional tan definida.
Crecimiento profesional
Es posible que la experiencia laboral
te permita conservar un empleo, no obstante, en el caso de querer ascender, un
título universitario es un requerimiento básico en cualquier empresa para cubrir
determinada posición. También supone una ventaja competitiva respecto a otro
candidato y, además, es el paso previo para una especialización o un máster.
Según los últimos estudios publicados, las personas que cuentan con un grado
académico son las que más ingresos económicos perciben.
Experiencia
La experiencia siempre es un
grado y, en este caso, no es una excepción. Los especialistas coinciden en
establecer que en los adultos el método de aprendizaje más eficaz es mediante
el trabajo. Una persona que está acostumbrada a un ritmo de trabajo exigente
podrá abordar una tarea formativa con más facilidad que otra menos rodada.
Oferta adaptada
Actualmente, una gran lista de
universidades ofrece horarios totalmente adaptados a personas con limitaciones
horarias. Con más de 30 años es posible, más que en cualquier otra edad, tener
una familia o un trabajo, circunstancias personales que recortan nuestro tiempo
de estudio. No obstante, diversidad de centros universitarios poseen un sistema
de evaluación ajustado al ritmo de vida de personas que tienen más obligaciones
aparte de las académicas.