lunes, 10 de septiembre de 2012

AVENTURAS DE UN HINOJOSEÑO EN PERPIÑÁN



Sebastián Pérez Gallardo, de 29 años, responde perfectamente a ese perfil de joven sobre cualificados que encontramos actualmente en España. Jóvenes preparados a la espera de esa gran oportunidad de trabajo. Hemos hablado con él con motivo de la experiencia que pudo vivir como universitario en país vecino, Francia.

Este joven, natural de Hinojosa del Duque, estudió Ciencias Políticas y de la Administración en la Universidad de Granada. Una vez finalizados sus estudios accedió al Master en Cultura de Paz, Conflictos, Educación y Derechos Humanos de la Universidad  de Córdoba, además de complementar su formación en materia de Comercio Exterior.
 
Sebastián disfrutó de unas Erasmus prácticas cuyo destino fue Perpiñan, una ciudad en el sudeste francés,  capital del departamento de los Pirineos Orientales. Alrededor de 120 925 habitantes forman la población total municipal oficial y más de 300.000 en el área metropolitana, lo que la convierte en la segunda ciudad por población de la región de Languedoc-Rosellón  tras Montpellier  y por delante de Nimes. 


Sebastián se encontraba finalizando el master y sólo le faltaba llevar a cabo la correspondiente parte práctica. Por ello, se le ocurrió que era una estupenda posibilidad para adquirir experiencia internacional el realizar las prácticas fuera. Así, contactó con el área internacional de la Universidad de Córdoba y la dirección del Master para acogerse al programa de la beca Erasmus prácticas. De esta forma, partió a Francia a realizar sus prácticas en le Centre de Recherches Historiques sur les Sociétés Méditerranéennes (CRHISM) de la Université de Perpignan.

El balance de la experiencia: muy positiva. Según nuestro protagonista, para quien los aspectos positivos superan con creces a los negativos
“Los aspectos positivos son innumerables, desde el aprendizaje del idioma, el aumento de contacto de redes profesionales, las propias prácticas, experiencia profesional e investigadora…En el aspecto negativo destacaría el limitado tiempo de estancia como de dotación económica, así como la falta de una mayor planificación del periodo práctico”, nos confeso en nuestra charla con él.

Por otra parte, estaban los retos y dificultades presentadas en el lugar de destino. Sebastián afirma que lógicamente, “el mayor reto y dificultad es la capacidad de comunicación; un conocimiento previo del idioma y el interés por aprender,  facilitan mucho la estancia”.

Cuestionado por  el sistema de trabajo o rutina laboral seguida en Perpiñán nos explicó que, por ejemplo “los horarios  son diferentes a los de España, ya que la jornada laboral en Francia es en muchos casos de 35 horas semanales, por lo que para numerosas personas el jueves es el último día de trabajo o sino el miércoles se considera día de descanso, sumados al sábado y domingo; la jornada laboral comienza normalmente sobre las 8 de la mañana, parando sobre las 11.30-12 hasta las 2 de la tarde para almorzar  a mediodía y continuar hasta aproximadamente las 5 o 6 de la tarde;  la cena está establecida sobre las 8 de la tarde”.

Mientras que sobre la forma de vida de la región nos relata que, a pesar de ser una zona fronteriza con España, “los ritmos de vida son muy diferentes, desde los horarios anteriormente explicados hasta las costumbres, la alimentación, el ocio, las relaciones sociales…”.
“El nivel de vida de manera general es más alto que en España, con mayor capacidad económica de las familias”. Confiesa que el Estado dota a sus ciudadanos de un importante número de garantías sociales y económicas, por lo que la seguridad laboral y financiera es mayor. En cuanto a los jóvenes, universitarios o no, afirma que se independizan  con mayor prontitud que en España. “Salir a cenar, el consumo en bares y pubs supone un alto coste económico, pero eso no es impedimento para que los/as franceses/as puedan divertirse de forma alternativa con cenas y fiestas en sus propias casas, dejando el viejo tópico de que los/as franceses/as son gente muy serio/a”, aclara.

Asimismo, Sebastián lanzó un consejo a aquellos que están dudando en irse al extranjero en concreto y a las universitarios en general: “Creo que es toda una gran suerte el poder ‘salir ‘ al extranjero;  algo fundamental para la formación académica y profesional y enriquecedor en lo personal;  el vivir en otro país es adquirir una nueva perspectiva de nuestra vida en todos los ámbitos de la misma”.
A su parecer y según el trato que recibió en el exterior, los universitarios españoles son evaluados positivamente,  asegura que “los profesores e investigadores tiene tienen una visión de nosotros muy apegada a la alta cualificación y profesionalidad”.

Sobre el ‘tema crisis’ también pudimos hablar con nuestro protagonista, quien comenta que “lamentablemente la visión francesa de la situación económica española es muy negativa; se ve con preocupación el futuro del país y las relaciones hispano-francesas han sido históricamente muy intensas, con mucha fuerza en la región del Languedoc- Roussillon, habiendo numerosos españoles y descendientes que se exiliaron y emigraron hasta allí”.

En relación con sus expectativas de futuro y la posible opción de volver a Perpiñán, Sebastián afirma que sería “muy atrevido poder explicar con claridad” sus planes para el futuro ante la difícil situación que  se viven en nuestro país, pero a pesar de ello,  considera que está intentando poder encaminar su futuro por el campo investigador y académico y, por ello, no descarta el volver a Francia si tuviese una buena oportunidad, el idioma y la experiencia cree que pueden ser un factor positivo para ello.

Muchísimas gracias Sebastián por tu colaboración y mucha suerte para tus futuros proyectos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario