Esta plataforma novedosa fue concebida como punto de encuentro para las generaciones: por un lado, los jubilados pueden seguir ejerciendo su oficio, son útiles para la sociedad y, además, pueden ganar un dinero adicional. Por otro lado, las generaciones más jóvenes se benefician de esta valiosa mano de obra a precio accesible.
La experiencia de los jubilados no tiene precio
Según el lema “los jóvenes corren rápido, los viejos conocen el atajo”, esta bolsa de trabajo apuesta por la vasta experiencia y los conocimiento de la tercera edad. "Cuando mi padre se jubiló, ahondó mucho en cómo iba a ser su futuro sin el ritmo, las exigencias y los retos de la vida profesional. También le tuvo cierto miedo al vacío del retiro", cuenta Jonas Reese, uno de los dos fundadores de rentarentner.de, en entrevista con DW.
Ahí se dio cuenta de lo ilógico que era no aprovechar el potencial de las personas mayores. En el 2006 reservó el dominio de la plataforma, pero todavía no había llegado el tiempo de iniciar el proyecto: “ni Internet ni nuestra sociedad estaban preparados, en aquel entonces, ningún jubilado se hubiera registrado en Internet para ofrecer sus servicios”.
El comunicado de prensa de rentarentner.de destaca la importancia de las personas mayores para la sociedad alemana: dentro de los próximos 30 años, ésta se verá reducida en siete millones de personas y la edad promedia aumentará. En muchas profesiones hará falta la mano de obra así como los aprendices.
Los anuncios revelan talentos para todo
Jonas Reese explica que los jubilados pueden decidir si desean pedir dinero a cambio de sus servicios o no. “Desde que me jubilé, hice mucho trabajo honorífico, pero lo reduje bastante, porque era muy estresante, además, necesito el dinero”, comenta un jubilado de 70 años a DW.
El emblema de la plataforma
Varios anuncios, como el de K. Eppert, revelan verdaderos talentos para todo: físico, carpintero, reparaciones de barcos, coches, electrodomésticos e instrumentos de música, clases de inglés, alemán, holandés, asesor de empresas, relaciones públicas.
“Estudié química y trabajé muchos años en la mercadotecnia. Primero pensé ofrecer asesoramiento en este ámbito, pero prefiero hacer otras cosas que siempre me han gustado, como el oficio manual o dar clases ”, cuenta Eppert, “las personas de edad avanzada tenemos muchísima experiencia y sería una pena perderla”. Entretanto, espera su primer encargo: “le deseo mucho éxito a los fundadores, es una idea fantástica.”
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